Esta era la sala de Ampex. Era la sala que
alojaba los reproductores para las cintas de bobina abierta, formato
en que venían grabados los programas. A partir de aquí se enviaba
cada programa al master control, donde se redirigía a los
transmisores correspondientes. Al principio toda la programación era
en cinta, llegaba por avión de Munich a Barcelona y los conductores
que había en nómina las traían hasta aquí, varias veces al día. En
alguna ocasión las cintas se grababan, desde Munich vía línea
telefónica, en el edificio de Telefónica de Barcelona para obtener
el menor ruido posible usando para ello unas líneas muy especiales
en aquellos años (finales 60 o principios 70). El resultado era una
calidad muy mala y a menudo mezclada con las voces de las
operadoras. Anexo a la sala Ampex había un pequeño estudio de
grabación que alguna vez, no muchas, se había usado para emitir un
programa en caso de no llegar a tiempo las cintas. Ya a principios
de los 80 se usaron una líneas telefónicas especiales llamadas
musicales y de órdenes para recibir los programas desde Munich
directamente en Pals, pero aun no exento de cortes o problemas. En
1985 se alquiló a Telefónica un satélite y la calidad aumentó, y
aunque también había problemas, éstos disminuyeron bastante y la
calidad aumentó.
Se
retransmitían programas en 17 idiomas: Uzbek, Ruso, Bielorruso,
Ucraniano, Lituano, Estoniano, Tajij, Letón, Kazakh, Kirguiz,
Tatarbashkir, y otros, pero estos eran los habituales. Esta sala se
eliminó en 1993, pues un ordenador hacía el mismo trabajo que un
operador, con lo cual los errores disminuyeron y ya se empezó a
trabajar en el proyecto de convertir esta sala en el nuevo Master
Control, mayor y más moderno. El nombre de la sala, Ampex, era por
la marca de los reproductores de cinta, verdaderas obras de arte
dignas de, como todo, descansar en un museo en vez de ser desguazado |